La rueda de Samsāra de una guerra eterna.
La rueda de Samsāra de una guerra eterna.
Por: Rafael Gómez LLinás
“En el año de 1962, 150 campesinos de origen Liberal alzados en armas para defenderse de la persecución del gobierno godo, y su perverso maridaje de siempre con la iglesia católica que consideraba que matar liberales no era pecado, están dispuestos a negociar y proponen dejar la insurgencia. Solo piden una parcelita, unas gallinitas y una vaquita para poder vivir en paz. Además para la comunidad un puesto de salud, una escuela y una carretera para sacar sus cosechas. El gobierno de Guillermo León Valencia incendiado desde el congreso por Álvaro Gomez Hurtado, en vez de negociar opta por exterminarlos”.
Al poco tiempo, de los 150 campesinos iniciales, 70 sobrevivieron a las balas y al cobarde bombardeo, y 48 de ellos empiezan a llamarse FARC, y miren en lo que terminó todo esto: En una guerra sangrienta de 54 años en un país dividido por la intolerancia y la injusticia social; 8 millones de desplazados, el mas grande desplazamiento interno de la historia de la humanidad; 6402 y más, jóvenes inocentes vilmente asesinados a sangre fría por las fuerzas armadas del estado por el único pecado de querer trabajar, en los mal llamados falsos positivos, o como lo dice la JEP en su escalofriante revelación sobre la realidad de 15.710 victimas de hechos violentos atribuidos a miembros de la fuerza publica; con más de 500 mil muertos tendidos a lo largo y ancho de Colombia como consecuencia de esta cruenta guerra; un país saqueado y desbarajustado por la corrupción y una más profunda injusticia social.
La nieta de Guillermo León Valencia, Paloma Valencia, a pesar de todo esto todavía hoy insiste en el congreso con su bancada Uribista, que mas parece una vociferante secta de fanáticos inquisidores o una horda de agresivos desequilibrados mentales que otra cosa, en que no hay que darles una oportunidad de hacer un proceso de paz a los grupos alzados en armas, ni una reincorporación a la vida civil y política, ni el sometimiento negociado a las bandas multi crimen, ni una necesaria revisión de la fracasada con estruendo política anti drogas con su legalización incluida, para acabar con ese indiscutible combustible de la violencia y la guerra, ni una reforma agraria profunda que garantice los merecidos derechos de los campesinos con su subsecuente inclusión social y económica real en el aparato productivo, ni una ayudita económica del estado para sobrevivir, y ni siquiera el mismo puestico de salud, ni la escuelita, ni la carretera que pidieron hace 60 años, ni nada; que es mejor exterminarlos.
¡Lo qué es la genética!
Alimentados por los miedos que nos han sembrado con sus perversas mentiras los mismos amos de la guerra de siempre, pretenden con engaños que el pueblo colombiano salga a marchar mañana lunes 26 de septiembre para protestar por el frankenstein que durante toda una vida gobernando este país, ellos mismos han creado, con la oculta pretensión de que nada cambie en un país que para poder avanzar necesita urgentemente de la paz total y de las transformaciones sociales y políticas propuestas por este gobierno so pena de ser un estado definitivamente fallido, con la consecuente continuidad de esta confrontación estúpida.
Pretenden, solo para su conveniencia, que fracase este gobierno progresista para volver a seguir saqueando las arcas del estado y que continúe a perpetuidad el abismo de la desigualdad social en medio de la concepción de un estado patrimonial que solo a ellos beneficia, y que duremos otros 54 años o más, matándonos.
Quieren que se repita y se repita, la recurrencia de esa perversa rueda de Samsāra de la historia de una guerra sin final. ¡Y por siempre!
Una guerra no la gana nadie. ¡Una guerra la perdemos todos..!
Santa Marta, 25 de septiembre del 2022
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