Un Remoto Lugar (Fragmento)
“Primero estaba el Mar. Todo estaba oscuro. No había sol, ni luna, ni plantas ni gente, ni animales, ni nada... Solo el Mar estaba en todas partes. El Mar era la Madre. Ella era agua, era río, laguna, quebrada y Mar. Así, primero sólo estaba La Madre. La Madre no era gente, ni nada, ni cosa alguna... Ella era ALUNA... Ella era espíritu de lo que iba a venir y ella era pensamiento y memoria. Así la Madre existió sólo en Aluna, en el mundo de más abajo, sola.”
Cosmogonía KOGUI.
(Fragmento)
Por: Rafael Gómez Llinás
Érase una vez, hace mucho, muchísimo tiempo, en un remoto lugar. En aquel lugar en donde nacen los sueños, los pensamientos. En ese gran espacio, no por lo grande sino por lo grandioso porque en él, ni el tamaño ni las distancias y por supuesto mucho menos el tiempo, tienen importancia ni cabida.
En esa misma esfera en donde perviven por y para siempre toda la memoria, toda la existencia, una muy antigua leyenda no recordada, contaba y celebraba sobre el momento justo en el que todo un grande pensamiento estaba por ser creado…
Recreaba esa leyenda la filigrana de acontecimientos y avatares que se trenzaron con anticipación y precisión en el destino, para hacerlo posible.
Créanlo. Como anticipándose a sí mismo, ese pensamiento en su propio recuerdo, ya resonaba tenuemente allá en las regiones del principio del tiempo. Y sus efectos, que paradójicamente se perderían “sin perderse” en la memoria, después de salir a la luz del mundo manifiesto y que de seguro perdurarían más allá de éste, eran presentidos por Radha, su creadora, al anunciarse con firmeza y anticipación en actos plagados de sincronía que eran sentidos como señales y avisos de alerta por ella.
Había objetos, sonidos, paisajes y personas, muchas personas, que cambiaban de sitio, de lugar y de circunstancias. Situaciones que se recomponían solo para avisarle con fuerza a Radha, una verdadera viajera de las estrellas, de la proximidad de ese momento crucial en su destino.
Para asegurase, que lo que ya estaba escrito en los registros Akásicos guardados con celo como memoria del universo en el oro regado como un tesoro de luz en el cosmos, (y también en Makuoro), no debía de ninguna manera ser desviado por una desarmonía o un letargo de su mente.
Era necesario que con el aviso de esas señales un gran encuentro existencial se diera, y con él, la decisión que a continuación, provocaría la confrontación de las dos muy poderosas fuerzas opuestas en carga, dinámica, gravedad y aliento, que le darían vida por eternidades, a ese nuevo pensamiento.
Y que en el espacio trascendente de ese generoso pensamiento, puesto en el tiempo del “No tiempo”, en Aluna, un universo fuese creado por si y en si mismo, tal como aquel creador de los Vedas que se introduce en propia creación, en el momento justo cuando en un planeta impensado y aparentemente sin vida, en su corazón, en la Sierra Nevada de Santa Marta, más exactamente en el ámbito penumbroso de la Kankurua de Makuoro, espacio ceremonial y de reunión de los “custodios del corazón de ese mundo", al hablar y hablar como dueño de la palabra y del espacio de sus imágenes mientras seguía la estela de la estrella de la esperanza del cumplimiento de un gran pagamento, la potente voz de un anciano Mamo Tayrona, resonaría para siempre con las ruedas del tiempo en las que se expandiría para siempre ese mismo pensamiento…
Y con la fuerza de su palabra, en esa estancia penumbrosa, se crearía un espacio que paradójicamente a su vez albergaría ese pensamiento de Radha que luego de vuelta y sin desviaciones, se acunaría en uno de los rincones más recónditos de su mente. Aquel que habitara en solo uno de los mejores y más vívidos sueños de ella: El del espacio en el que ese universo sería pensado y luego creado, y en el que una galaxia completa se movería de manera distinta, más rápida y consciente, por lo que la vida florecería en planetas en donde antes no la había...
Una galaxia espiral que entonces, viajaría serena y con rumbo cambiado por los oscuros abismos del espacio de ese mismo Universo, como un cumulo estelar en el que un pequeño sistema planetario perdido en su brazo interior de Orión entre los millones que compondrían su enjambre luminoso, giraría armonioso alrededor de una estrella sol de mediana edad. Y en ese sistema, a su vez, viajarían tranquilos y rebosantes, muy rebosantes de vida, Marte el planeta del “amor”, y Seinekun el llamado “Mundo del Agua”.
Y así, ni más ni menos, con la apertura de toda esa potente creación, los destinos de esas dos esferas planetarias, (el planeta del amor y el mundo del agua) llegarían a estar ligadas para siempre por ese grandioso encuentro existencial que habrían de realizar algunos habitantes de ambas esferas, mientras eran solo uno, después dos, o tal vez varios, pero todos al mismo tiempo.
Encuentro que serviría para que la salvación de ambas civilizaciones del enorme cataclismo al que estaban irremediablemente signados fuera posible, y sirviera a su vez, para que en ese Universo, con el paso de muchísimo tiempo, más bien con el alejamiento de más de 13.800 millones de años de aquel punto en la nada de su cegador nacimiento en aquella ya muy conocida colosal explosión, apareciese el ser humano en algún momento en su historia y con asombro se observase a sí mismo, auto referenciándose como el reflejo de ese mismo infinito holograma- universo y así, tomara plena conciencia de SI. De su condición. De su misión.
Y que ya a salvo en su segura y posterior condición de ser trascendido, supiera no solo de la procedencia de su propia existencia, sino del porqué y del destino de la misma.
Que entonces, seguramente encontrara las respuestas a aquellas muy conocidas, sencillas, pero muy significativas preguntas: ¿Quienes somos?.. ¿De dónde venimos?.. ¿Hacia dónde vamos? ...
¿Existe Dios?
...Dicen los Mamos que se entiende a Dios como un campo trascendental, un océano primordial de creación más alla de toda comprensión espacíal conocida en donde absolutamente todo es una gran unidad: Inmensurable, sin tiempo, sin principio ni final, de todas las posibilidades y de potencialidad pura. ¡Eso es ALUNA!
Y que ALUNA, se refiere "al mundo de lo no visible o espiritual, del puro pensamiento, de la pura idea. Es como un estado de meditación. En un nivel significa pensamiento y en otro océano".
"Los Mamos hablan del pensamiento como un océano, como algo primordial que precede a la creación misma. Todo el Cosmos, fue creado en Aluna, un espacio trascendental".
"Los Mamas Koguis y los Mamos Arhuacos son puentes entre Aluna y el mundo material y son entrenados especialmente para ello en la oscuridad durante 9 años. Según dicen ellos, todo lo que existe en el mundo fue primero creado en Aluna. Es decir, en palabras simples, que la realidad seria creada por las personas ya sea de manera consciente o inconsciente", con la intencionalidad de un pensamiento cuando emerge limpio, sin miedos ni dudas, desde las profundidades de ese vasto Océano de la consciencia, desde el espacio trascendente de Aluna, al mundo manifiesto.
¿Se estarían refiriendo los Mamos tal vez con una anticipación de milenios al Campo Unificado?
¿A la unificación de las cuatro fuerzas fundamentales de la física en un campo trascendente de infinitas posibilidades?
¿A ese tan buscado y todavía no encontrado modelo estándar de la gran unificación de las leyes de la física?
¿Al santo grial de la física?
¡Sí!... ¡creemos que sí!...
Así las cosas Dios no existe.
¡Dios "Es"...
Es, ese Campo Unificado de todas las leyes conocidas, de radio cero, de gravedad y tiempo infinito, fuente de un gran campo holográfico del que hace parte este universo como así mismo también los infinitos multiversos; es esa gran consciencia, aquel espacio trascendente de todas las posibilidades que fluye hacia el mundo de lo manifiesto a partir de la intención de un pensamiento, cuyo efecto hace de lo que se "siente" una realidad...
Es lo que llamarían también en la India el "efecto Maharishi" de la "Meditación trascendental", y es traer al mundo manifiesto lo que se desea y se "siente" al borde de ese Campo Unificado, de pureza absoluta y trascendente. O como cuando en un ejercicio colectivo de meditación, se crea lo que llaman, una masa critica que produce cambios dramáticos en el estado de las cosas... !El milagro!..
Eso es ALUNA... Dicen...
Sharamatuna, en los días finales del solsticio de verano del año 2023
Comentarios
Publicar un comentario