A la vista, tiempos difíciles.
A la vista, tiempos difíciles.
Por: Rafael Gómez Llinás
Los tiempos que han de venir serán muy complicados y
peligrosos. La especie humana en su totalidad está en inminente peligro de
extinción. La gran mayoría de personas sabemos que se atraviesan tiempos muy
difíciles, y que en los próximos años la situación podría ser peor, por lo que
tener plena conciencia de ello, extiende la posibilidad de cambiar ese sombrío
estado se cosas.
Si está en nuestra posibilidad, entre otras acciones
necesarias, debemos hacer las siguientes para prepararnos:
1. Aprende a plantar, no solo un huerto, sino también
cultivos básicos (maíz, yuca, etc.) y árboles (frutales, nativos, leñosos).
2. Crea un vínculo con alguna tierra, ya sea la suya o
la de un pariente, y en lo posible construyan un conjunto habitacional pequeño
y manejable, provisto de energía renovable, con un jardín y un huerto
comunitario, y participa en estos con
las personas que viven allí. Vaya poco a poco buscando formas de pasar más
tiempo en el campo que en la ciudad, aprendiendo a plantar, construir, tratar
los desechos orgánicos y sanar en la naturaleza.
3. Desarrolle habilidades prácticas (cocina,
carpintería, reparación de máquinas, construcción, procesamiento de alimentos,
costura, etc.). Enseñe estas habilidades a niños, amigos y vecinos.
4. Busque u organice un grupo de apoyo mutuo, donde
las personas se cuiden entre sí, hagan productos de necesidad básica
colectivamente, como productos de higiene natural, remedios naturales como
jarabes y tinturas de hierbas, procesamiento de alimentos, como alimentos
conservados. Aprenda a sanar y auto sanarse (examen bioenergético y formulación
natural, acu y digitopuntura, reiki, sanación pranica, shiatsu, etc.) Pero,
sobre todo, aprenda a respirar, a comer sanamente, y solo lo necesario.
5. Simplifique su vida ahora, liberando más espacio y
tiempo. Descubra todo lo que puede hacer sin dinero, caminar, hacer ejercicios,
manualidades, artes de la mente y del cuerpo (Meditación, Tai Chi y afines) y
socializar con sus seres queridos.
6. Sepárese de la lógica de consumir más y más. Opte
por productos artesanales que duran mucho tiempo, de calidad, hechos por
pequeños productores, empresas sociales y empresas económicas solidarias. Haga
intercambios, dar y recibir obsequios por valor afectivo, en lugar de valor
financiero.
7. Intercambie, almacene, multiplique y disemine
semillas nativas, no modificadas genéticamente, producidas por la agricultura
popular y familiar.
8. Plante árboles y cuide a todo ser vivo, empezando por usted mismo y su entorno de familiares y amigos muy cercanos.
Y aunque la ciencia o la sensatez del hombre saquen de su cubilete una solución providencial que a última hora salve a la especie humana, ¡hay que reconocer que la vida será mucho mejor después de hacer todo esto!
De todas formas, estamos viviendo una importante transición y nuestra creatividad es el límite del sistema. Es ahora el momento de dar estos sencillos y pequeños pasos para que, así como con este andar distinto en la vida seguramente veremos crecer una planta, un árbol, un afecto o una comunidad, también podamos en un futuro, aunque sea lejano, y no ya nosotros sino solo como especie sobreviviente, hacer realidad el espacio de esta posible, solo posible utopía:
De hacer realidad la utopía lejana de un mundo en donde no existe ni la mano de obra ni la materia prima o materiales elaborados para la construcción de ninguna estructura o vehículo en el planeta, como tampoco para la creación de ningún espacio o volumen arquitectónico o de ingeniería, vehículos de toda índole, prendas de vestir, artefactos, objetos o utensilios por complejos o sencillos y nimios que fuesen.
Solo arquitectos diseñadores, artistas de la plástica
e ingenieros de la funcionalidad muy destacados, cuyos cerebros desde centurias
habían sido y todavía en ese tiempo son "mapeados" y replicados más
allá de su estructura biológica, y toda su información, subida a una nube de
almacenamiento virtual con la capacidad de retroalimentarse y mejorar, que se
entrelaza directamente con una tecnología sencilla pero muy avanzada que
permite hacer realidad respuestas en diseños altamente refinados y complejos,
que son introducidos en patrones o memorias "genéticas" de diseño y
rutas de construcción, almacenadas en pequeñísimas unidades dodecaedricas
ordenadoras, que a su vez están integrados por millones y millones de
avanzadísimos nano robots configurados en esencia como un “Toroide y vector en
equilibrio”, el modelo común en la estructura primaria del Universo y de la
vida, los llamados Tetraedros de cristal de 64 caras, que en progresiones
dinámicas sucesivas alcanzan desde las 512 hasta 4.096 caras y más, que como
ladrillos o unidades fundamentales a escalas cuánticas menores a 0,000.000.001,
se multiplican y crecen sobre el carril de esas memorias se diseñó como si
fuesen árboles o seres vivos, auto construyéndose a velocidades extraordinarias
sobre esa ruta predeterminada de diseño en estructuras de todo tipo,
extremadamente complejas y de las dimensiones que fuesen necesarias.
Estas construcciones sorprendentemente también podían cambiar de sitio, de forma, de tamaño, desaparecer o desvanecerse a voluntad de manera instantánea, cuando sus usuarios se trasladan a algún otro lugar, por diferencias climáticas, o cuando quieren cambiar de ubicación, conformación, estilo y funcionalidad de sus viviendas y de los espacios de todo tipo, o emprenden algún tipo de renovación habitacional o urbana. Solo se requiere solicitarlo a voluntad por quienes así lo deseen con una especie de imperceptible miniordenador cuántico personal implantado en la piel del antebrazo izquierdo de los adultos. También, están provistas con una programación muy precisa, para desaparecer automáticamente y de manera instantánea de la realidad visible cuando se producen sismos y movimientos telúricos de alguna significación antecediéndolos, como también conflagraciones evitando pérdidas en la biosfera o de cualquier clase de vida, derivadas de estas situaciones de emergencia.
Lo mismo sucede cuando quieren cambiar de vestuario y de todo accesorio imaginable o cualquiera de sus utensilios por pequeños o insignificantes que fuesen.
Esa tecnología que facilita la "aparición" y "desaparición", y el cambio fluido, sin esfuerzo, ni costo alguno de la formas, tamaño y apariencia de las cosas subordinadas siempre a la funcionalidad y estricta utilidad entretejida con un altísimo sentido de la estética, obliga al desapego total de los objetos materiales como pertenencia. No hay por lo tanto en este mundo sentido de posesión ni de propiedad privada. Solo un sentido colectivo de ella. El dinero y todo su andamiaje capitalista y de consumo como tal por sustracción de materia no existen. Así, el principio de servicio comunitario e igualdad, se imponen siempre como norma de conducta social, y la única pertenencia individual y colectiva resguardada con gran celo por todos es la del crecimiento espiritual, el conocimiento, la claridad de pensamiento, la sabiduría, la moral, obviamente la vida, y esa gran fuente de energía inagotable que proviene de la conciencia.
Por eso la energía necesaria para el sofisticado funcionamiento de esta prodigiosa tecnología es “auto contenida”. No proviene de ninguna parte y de todas partes al mismo tiempo, porque su fuente se origina en las profundidades inentendibles de las dimensiones más profundas de la estructura de la materia, por lo que no necesita ningún andamiaje tecnológico preconcebido ni mucho menos ningún combustible o materia prima para su creación.
En ese mismo “milagro” científico de auto
construcción, de energía auto contenida que se eleva al ámbito mismo de la
consciencia y que se hizo posible cuando se pudo unificar en una misma
formulación la fuerza de la gravedad con las otras tres fuerzas de la física:
el electromagnetismo, la interacción fuerte y la interacción débil por la vía
simple de desentrañar los secretos de la "gravedad cuántica", se
guarda el secreto de su fuente inagotable e ilimitada de energía: La
Inteligencia determinadora, propiedad fundamental de estos bosones primigenios,
las llamadas "partículas de Dios", conducen todo el destino de una
nueva creación con el accionar de estos dúctiles nano robots. En el mundo sub
atómico, estos Debas de la inteligencia creativa, son los portadores de la
memoria de todo un universo que previamente colapsa por el decaimiento de su
energía, y se precipita como consecuencia de eso hacia una
“Singularidad”(vórtice de un agujero negro) cuando sobrepasa el límite de su
“Horizonte de sucesos”, hasta entrar en la negación de la no existencia y de
potencialidad pura en el insondable fondo de un campo unificado de todas las
leyes conocidas, del que milagrosamente surge nuevamente a la manifestación en
otra dimensión y en otro momento temprano del principio del tiempo, con toda
esa información contenida en esos bosones y taquiones, determinando así
completa la vida y destino de un nuevo universo.
Y en este caso, en esta avanzada civilización, estos bosones creados en los aceleradores cuánticos, resurgen del vacío de esa nada de todas las posibilidades a la chispa de la manifestación, portando una memoria virgen, sin ninguna determinación, sin ningún antecedente ni pasado, como un papel en blanco en donde se escribe con una muy nueva y creativa palabra el memorial de orden del destino de todas las partículas de energía que fuesen necesarias, recomponiendo y conduciendo su dinámica para crear lo que determinaran los arquitectos diseñadores, que haciendo las veces de Dios, traen al mundo manifiesto desde ese campo trascendente de la mente los diseños y patrones de su creación con la ayuda de esta prodigiosa tecnología.
Adicionalmente estos nano robots, funcionan como aceleradores cuánticos programados para producir esos estallidos creativos de partículas elementales, que a su vez con su poder fotónico les dan a ellos vida y conducción. También extraen energía común de esa sopa cuántica primordial, para darle conformación y dinámica al andamiaje tecnológico de movilidad de todo ese mundo: Las cabinas de desmaterialización y "entrelazamiento" cuántico para salvar abismales y hasta siderales distancias, las rapidísimas burbujas de transporte que cubren todo el planeta, la computación cuántica, la inteligencia artificial generativa y la robótica de ayuda en el trabajo, las maquinas recicladoras de desechos, los vehículos de cualquier utilidad, tipo y escala, los artefactos de refrigeración y calefacción para conservar y enfrentar las variaciones del clima, las factorías de reproducción de alimentos, abonos, sustancias esenciales, y la producción de energía simple para iluminar todo el planeta.
Ese manejo armónico de los bienes naturales y su
conservación, acompañados con un nivel
superior de funcionalidad, hace parte de esta, una sociedad muy evolucionada y
aterrizada en la estricta y necesaria utilidad de las cosas. Además, como
consecuencia de su gran desarrollo tecnológico y científico unido siempre a la
naturalidad, la simpleza minimalista de su estructura social y la ausencia
total del andamiaje capitalista y el consumismo en cualquiera de sus manifestaciones,
¡Todo es gratuito! … ¡Todo es de todos,
y no hay distinción!
Todos son UNO solo, ¡en igualdad, derechos y oportunidades!...
Es claramente contraintuitivo pensar que actos tan simples como sembrar una planta o dejar de consumir sin sentido, terminarán por construir en el futuro lejano el andamiaje de una sociedad tan avanzada como la que aquí vislumbramos, pero hay que considerar que el mismo universo o hasta un ser vivo entra al estado de su manifestación en la realidad, con "encuentros" y actos de creación pequeños y simples, y si se quiere, aparentemente insignificantes.
Solo se necesita la intención pura y la ausencia de toda duda para que una acción por pequeña que sea cambie todo el sentido y destino de la realidad.
Sembrar y ver crecer un árbol, dejar de consumir, el cuidado de la biosfera, lo natural, la simplicidad de la vida, el sentido de comunidad autosostenible y no depender del dinero, son actividades que con seguridad resonarán en la distancia de eones de tiempo por esas vías inescrutables de los hilos del destino que conectan todo en el universo, con la utopía de esa soberbia arcadia de energía autocontenida en esa civilización descrita aquí haciéndola posible, que le provee de absolutamente toda clase de objetos y cosas por grandes o pequeños que fuesen sin esfuerzo alguno y sin costo o sacrificio de la naturaleza, acabando de un tajo con todo el andamiaje capitalista, el consumismo depredador y la contaminación que agotan el tiempo, la atención, la salud y la vida misma del ser humano.
O si no miremos por un momento como fue la vida y obra del gran Kabir Jesús, que cambiaba el estado de las cosas, de la muerte hacia la vida, solo con la intención pura, un mínimo de fe y la fuerza del amor.
La "magia" de todo esto está más cerca de lo
que pensamos.
¡El futuro está en nuestras manos!
¡Créanlo, estamos en mundo nuevo... Estamos ya en él! (1)
Sharamatuna, ya en los días de una crisis climática
tal vez irreversible, en el año 2024
(1). Frase acuñada por William Zawady Leal.
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